lunes, 27 de junio de 2011

Provocando: Tu no tienes derechos (ni yo)

Tengo ganas de que me llamen un poco de todo (o no, quien sabe) Así que vamos a empezar una pequeña serie de entradas en el blog, para argumentar, o al menos intentarlo, contra aquello que es de común pensamiento y aceptado como la verdad. En este momento tengo pensados dos temas. Veremos si me salen más. 

Para empezar, así sin anestesia, no entiendo los derechos de las personas. Al menos la mayoría de ellos. De hecho solo me cuadra uno. El derecho a la vida. Los demás, pura impostura. Eso me parecen, cada día más. Nos los otorgamos, a nosotros mismos. Generalmente en contra de los demás. 

Tu derecho a fumar atenta contra el mio a respirar aire fresco. Tu derecho a una vivienda digna atenta contra el mio a hacer lo que me de la gana con mi casa del pueblo. Tu derecho a comer todos los días atenta contra mi derecho a comer todos los días, quizá no en España, pero sí en muchos lugares del trópico o del hemisferio sur. Tu derecho a vivir no atenta contra el mio. Ese no. Pero al margen de ese podemos seguir, hasta la saciedad. 

Es una esclada de derechos, que nos arrobamos (arrogamos por arrobas), de los que nos apropiamos, en virtud de nosequé (al menos yo) y que no son más que la constatación, por la via civil, cuando no de la criminal, de que culo veo, culo quiero y el culo es mio. Establecemos como propias cualidades o beneficios. Todos pensamos que mola. Qué están bien. Así debe de ser. Pero yo no lo tengo tan claro. 

Como se destila unas líneas más arriba, los derechos de uno entran en conflicto con los de otro. Y claro, establecer una categorización de cuales son más o menos importantes es equivalente a decir que una persona es más o menos importante que otra. Conforme lo sean sus derechos.

Si todas las personas nacemos iguales, entendiendo iguales como que todos tenemos iguales derechos, y si nuestros derechos son los mismos y de igual categoría, ¿de qué manera podemos establecer que derecho prevalece en cada caso?, ¿el tuyo o el mío? ¿depende del caso? Es un absurdo. Reducción al absurdo lo decían cuando yo estudiaba.

Concluyendo, si todos somos iguales en derechos, como parece ser que todos pensamos, (bueno igual algún talibán no lo piensa) significa que no puede haber ningún derecho, excepto el de vivir, que básicamente más que derecho, es un hecho, puesto que aquí y ahora estamos. Los derechos no existen, sólo las libertades. 

P.S.: Si planteamos las cosas en función de libertades y no de derechos, la cosa funciona bastante mejor. Libertades, Responsabilidad, ¿Derecho?... Derecho a vivir... cargando con las consecuencias.

viernes, 24 de junio de 2011

Reflexiones sobre la Libertad

Es ciertamente frustrante darse cuenta que con el paso de los siglos las personas no aprendamos de los errores de nuestros antepasados. Hay por ahí una especie de conciencia colectiva, que con el paso de los tiempos sigue siendo analfabeta. Parece que los indiviudos, algunos, somos capaces de aprender. Pero si juntamos unos cuantos nos conervitmos en escoria intelectual.

Constato el razonamiento, tantas veces escuchado, de que antes nos fiabamos a los dioses. Ahora nos fiamos a los gobiernos, a los políticos. Creo que lo repito por enesima vez. No es nada nuevo en este blog. Es el eterno retorno. Y vuelvo a repetirme. 

Los humanos somos seres vivos que tienen conciencia de si mismos, de lo que son. Manda huevos. El Creador ahí nos la jugó. Sabemos lo que somos y lo que pasa. Controlamos el asunto. Pero no lo aceptamos. Tratamos de salirnos por la tangente. Los sacerdotes hacían sacrificios a los dioses. Los herejes eran quemados en la hoguera. Alemania elige democráticamente a Hitler. Stalin campa a sus anchas por la ancha estepa polvorienta. (Vaya mierda de juego de palabras) 

Como sabemos lo que somos, creemos que podemos controlarnos. El instituto nacional de estadística toma un montón de datos y prevemos. Organizamos. Controlamos. Somos unos ególatras. 

El hombre es hombre porque piensa. Y cada uno piensa de forma distinta. Y cada uno quiere imponer su forma de pensar. Si todos tenemos una opinión y un culo, y nuestra opinión y nuestro culo son los únicos que no apestan... somos unos ególatras. 

La única Verdad, constatada hasta la fecha de hoy por la Historia es que cuanto más tratamos de organizarnos, de darnos reglas, de sistematizar nuestras relaciones, más salta todo por los aires. Esto es una verdad empírica. A día de hoy no hay ningún sistema que resista el paso del tiempo. 

Creo que el Pecado Original, si de verdad existe, es el de egolatría. El de creer que por el mero hecho de tener conciencia de lo que somos, de que moriremos, podemos controlar este complejo mundo. Es imposible. Quizá más nos valiera aceptar nuestra condicion de animales, al noventa y mucho por ciento. Aceptar nuestra condición de seres finitos y trata de aprovechar el tiempo que tengamos en vivir nuestra vida, no la de los demás, lo mejor posible. Al fin y al cabo, se trata de continuar y mejorar la especie.

Eso es la libertad, al menos para mi. Cuando aceptas los hechos, conforme son. Y no conforme nos gustaría que fueran. Esas son las reglas del juego, y si las conoces el juego es mucho más divertido.

viernes, 10 de junio de 2011

La eficiencia y la libertad

Hay un cantante pequeño y regordete, que se llama Udo Dirkschneider, nosotros lo solemos llamar "La Pelotita del Metal". Es rubio y canta con un falsete peculiar. Rasgado. Es alemán. Fiable. Ingenieria de calidad al servicio del jevimetal. Tiene entre sus virtudes casuales compartir el cumpleaños con el que suscribe. Cantaba en la grandiosa Accept, aquello del "Burning" o "I'm a Rebel". Hoy andando por la calle tarareaba sus fantasticas Bolas contra el Muro. Con dos (pelotas).

UDO en 2.004 según la Wikipedia
Todo esto viene a cuento de los pepinos. Solemos pensar, ese es el esterotipo, que los alemanes son fiables, seguros, eficientes. La voz de Udo lo ha sido las dos veces que lo he visto. Los centroeuropeos o los nórdicos, cabezacuadradas ellos, son el paradigma sureño de la cosas que son como deben de ser. Eficaces. Más aún, eficientes. (Los de la LOGSE no se si entienden la diferencia) Y como la han metido, la están metiendo, con el pepino, hasta las mismas ingles, hasta la punta del pepino.

¿Alguien ve por donde voy? Pues eso, a decir que uno de los estados tenidos por más eficiente, es capaz de meter el remo hasta las circustancias que lo mete. Que encima tenemos que pagar la fiesta todos, porque la UE, somos todos, como hacienda. No hay un estado, en todo el mundo, en toda la historia, que no meta gambazos, de mucho calibre. La Historia está ahí. Y seguimos empeñados, bueno algunos, en pedir justificar sus errores, en hacernos pagar sus cuentas, sin que paguen los culpables. En Islandia los han sentado en el banquillo. Aire fresco.

Los gobiernos la pifian. Los ciudadanos lo pagan. ¿No hay algo erróneo ahi? Pagar entre todos los europeos de a pie, las cagadas del ministerio alemán... Discrepo. El sistema así lo permite. El sistema está mal. Ergo cambiemos el sistema.

Desmontemos el hiperestado. No funciona. En Suecia ya han botado liberal. Los hijos de la Gran Bretaña, aunque no soy yo muy de Clegg, han dado cierta relevancia al partido así llamado. En Islandia ya hemos dicho. Es la hora de los recortes, las malas caras, los no hay nada de lo tuyo, no hay dinero para eso. Pero pasará.

Estos gobiernos han provocado la burbuja, bajando artificialmente el precio del dinero. Los bancos, irresponsablemente, han sacado su tajada. Capitalismo no es dictadura de los bancos y las multinacionales. Que nadie se confunda. Esos son parte del problema. Forman parte activa del conclave de poderosos que deciden el destino del resto.

El problema es de fondo. No de piezas. No puede haber buenos gobernantes con un mal sistema. No puede haber ciudadanos libres bajo un sistema que fagocita la libertad a base de impuestos y leyes injustas. Que socializa pérdidas y retiene ganancias.

"Mira a los malditos, Dios los bendiga, van a romper las cadenas, no puedes pararlos, Dios los bendiga, vienen para cogerte y reventarte las pelotas contra la pared" FiuFiuFiuFiuFiu... Silba conmigo.

jueves, 2 de junio de 2011

El hastio y "Un mundo Feliz"

Reconozco que estoy cansado. Cuando empecé el blog y emigré mi mente a Istanbul lo hice para no volverme loco. Hace un año, con la crisis galopante que nos acucia y que me ha golpeado personalmente con virulencia, tenía demasiado tiempo libre. Pensé que era una buena forma de entretenerme un poco, de ejercer mi derecho al pataleo y de plantear en público ciertas cuestiones que me repienso en privado. 

A fecha de hoy, las entradas se hacen un poco más esporádicas, en parte porque ando más atareado, en parte por que siento cierto hastío de tener que empezar a repetirme. No acabo de compartir ese afán de muchos "periodistas" y blogueros de criticar diariamente lo que ocurra aquí y allá. Y a veces se hace repetitivo tener que buscar nuevas razones, que las hay, para seguir defendiendo lo que defendemos algunos. Es la libertad, chato, ni más ni menos. 

Ahora ando bostezando frente al portátil, y me replanteo esto que escribo... La conclusión es sencilla. No se puede desfallecer. La calle bulle. Hay aun acampados meneando conciencias. Muchos son los que parecen decir, solo tienen razón en parte. En mi opinión es del todo equivocado pedir al estado más estado para solucionar los problemas que crea el estado. La frase es enrevesada a posta. Desde el incio de los tiempos el poder oprime al pueblo. Hace unos siglos, comerciantes y burgueses, sin venir de buenas familias aristócratas alcanzaron cotas importantes de poder. Creo que es evidente lo que insinuo, el capitalismo es el poder para el pueblo. No el Pueblo, como un todo. El pueblo como cada uno de sus Individuos. 

Seguir manteniendo el estado, con su mastodóntica inmobilidad, con su comportamiento de gas, ocupando nuestras propias decisiones, desde luego no es solución. Eso ya se probó en la URSS, en Cuba, en Corea del Norte. Todos sabemos las consecuencias. 

Tenemos nuevos problemas, a los que hay que dar nuevas soluciones. Hay que comenzar a desenredar la madeja del estado. Poco a poco haciéndolo más pequeño, volviendo a ocupar nuestras propias parcelas de decisión, que hemos maldejado en manos de unos señores, que deciden por nosotros, en base a nuestro bien, que ellos conocen muy bien. Es el momento de tomar el control de nuestras vidas. De decidir por nosotros mismos. De ser esos humanos que piensan y que no son animales, justamente por eso. No somos borregos. 

Cuando conseguí explicarle a mi amigo Chema que defendemos los liberales, abrió los ojos como platos. "Tu lo que quieres es que la gente piense por sí misma, eso es muy complicado" Cierto. La madeja está tremendamente liada. Y uno se cansa de explicar las bondades de la privatización, del poder elegir, el por qué todas las drogas y las armas deben ser legales, cómo separar religión y estado.... Son muchas cosas. 

Y uno se cansa. Los argumentos en contra son muchos. "Las empresas son el diablo" "Pues en la película..." Es el miedo. Básicamente el miedo a reconocer que venimos al mundo, no sabemos a qué. Vamos a morir todos. No sabemos por qué. Y de la misma manera que Dios, Alá, Yaveh o Shiba están ahí, a los que no creen en nada el estado les da el soporte espiritual. O como quiera. 

Alguién que no soy yo decide que es bueno o malo. Y eso que me ahorro. Hasta que la cagan. Como en estos últimos años. Reclamaciones al maestro armero. 

El mundo feliz de Huxley falla, en tanto en cuanto, cada uno somos de nuestro padre y de nuestra madre. Falló el comunista. La socialdemocracia, al menos la española, hoy tiene que reinventarse. El poder corrompe a todos los partidos políticos... Son tantas y tantas razones para probar algo nuevo. Algo diferente. Algo que jamás en la historia se ha probado. Todos somos hombres libres. Nadie está por encima de nadie. Nadie me dice que debo hacer... Si tienes miedo, ya sabes, Aldous Huxley te propuso su mundo feliz.

P.D.1.: El título original de Huxley es "Brave new world", así que hoy ponemos a la Dama de Hierro

P.D.2.: Por mucho cansancio que tengamos, por muy repetitivo que sea los liberales tenemos siempre la oportunidad de explicar nuestra forma de ver las cosas. Y no podemos desfallecer