lunes, 26 de septiembre de 2011

Magia

Me resulta muy curiosa la proliferación de teléfonos móviles unida a la protesta de los vecinos cuando quieren poner una antena cerca de su casa. Tremendamente curiosa. Terriblemente irracional. Profundamente humana al fin, si pensamos, como parece ser, que los hombres y las ratas compartimos la mayoría del ADN.

Seguramente aquellos que protestan, querrán que los móviles funcionen por arte de magia.

No sé que pueden tener de malo las radiaciones que emiten, pero el caso es que no se si los que las instalan, los que entramos con cierta frecuencia en centros de transformación o subestaciones eléctricas tienen una incidencia del cáncer mayor de un tercio. Qué es la normal de todos. Si fuera como piensan, estaríamos palmandola a los 50 todos los electricistas de campo de Iberdrola. No parece que sea el caso.

Es magia.

Causa en mi estupefacción la defensa, a ultranza, de los servicios públicos. No discutiré que puedan ser más baratos. Mejores. Universales. Quizá lo sean... ¿y qué? ¿Qué pasa si yo quiero otros? Tu prefieres los públicos. Perfecto. Yo los quiero privados. Tu no pagues los míos. No me obligues a pagar los tuyos. No se trata de que haya que apoyar a los que no pueden pagarlos. Yo apoyo. Colaboraré con mi parte de la cosa. Pero no me digas lo que tengo que hacer. Ni dónde acudir. Eso es cosa mía. Ni que decir tiene: pensiones, educación, trasnporte...

Yo entiendo que tu quieras pagar un estado. Estas en tu derecho. Pero yo no quiero mantenerlo. ¿No estoy en el mio? Pierdo mis derechos por arte de, nuevamente, magia. Perdidos si no coinciden con los de la mayoría. No se como, acabas de arrebatarme mi derecho a decidir.

Es magia.

Absoluto desasosiego. Eso es lo que me traspasa el cuerpo. De niño jugaba al Monopoly. De mayor he acabado forzado a seguir con el Monopoly. Pero ahora ya no puedo comprar el Paseo del Prado. Cuando era un proyecto de niño, había dinero de verdad. Respaldado por riqueza de verdad. Oro. Como podría ser otra cosa. El dinero tenía un respaldo. Ahora es dinero ficticio. Mi dinero, bueno, el de mis padres, pasó de ser dinero de verdad, a ser dinero del Monopoly. Por arte de birlibirloque. Magia.

El dinero no existe. Y todos tan panchos. Además de magos, estamos rodeados de ... (Me callo el calificativo)

Hemos hecho magia. No sé si negra o blanca. Pero magía, nociva, perniciosa. Liberticida. A mi la única magia que me gusta es la de La Reina. La otra, tiene truco. Y solo lo sabe el mago, el mago y sus coleguitas.

martes, 20 de septiembre de 2011

Los indignados y la banca

Os dejo un acopia de mi artículo publicado originalmente en El librepensador.com

Es evidente que no está de moda decir los bancos no son responsables de lo que ocurre estos días. Son responsables. Pero ni son los únicos, ni desde mi punto de vista, los más importantes. Los bancos, los privados, me refiero, no son más que empresas que han de rendir cuentas a sus accionistas, y de ello viven. Y como cualquier empresa, lo hacen, generalmente hasta dónde la ley les permite. Y la ley les permite mucho.

He sostenido, sostengo y sostendré, que los problemas los generan, generalmente los políticos, metidos a adivinos. Los otros bancos, los públicos, el BCE y la Reserva Federal, los que sí tienen la máquina de hacer billetes. Aquí están, los responsables de la cosa. La cosa pública.

Los pueblos parece ser, necesitan líderes, guías, espirituales o no, que les acompañen por el camino y les digan que no pasa nada. Que ellos se ocupan. Tenemos tan metida la cantinela en la cabeza, que parece ridículo pensar otra cosa. Nos llevan tanto tiempo engañando, que no se distingue la realidad de la ficción. Un desastre.

Las personas hemos de ser responsables de nuestros actos, y por lo tanto, las empresas y por ende los bancos también. Si no lo haces bien, quiebras. Y los señores políticos no te rescatan. Los accionistas pierden y los impositores, que no hayan andado listos también. La próxima vez se vigilan mejor las inversiones. Sin embargo, tenemos tan metida en nuestra cabeza la cantinela biempensante socialdemócrata que pensamos que el gobierno todo lo puede. Nada más lejos de la realidad.

El gobierno, cualquiera, de cualquier color, cambia sus previsiones económicas varias veces todos los años. Corrige sobre la marcha. No puede programar y adivinar lo que va a pasar con exactitud. Es imposible. Pero ahí siguen, erre que erre, previendo, programando, y equivocándose, y los indignados pidiendo más caña contra la banca de ese mismo gobierno. Pero claro, como los planes no salen como en el Equipo A, el gobierno está también endeudado hasta las orejas, y no puede morder la mano que les da de comer. Así nos va. Ninguna medida intervencionista tomada por ningún gobierno calma a los mercados. Y ellos erre que erre, en lugar de hacérselo mirar.

martes, 13 de septiembre de 2011

Ecos de las tertulias...

¿No será mejor en lugar de perseguir ricos intentar que no haya pobres? 

La absurda idea de que para que uno gane el otro ha de perder. 

Si pierde el patrón, el obrero pierde. Si gana el patrón, el obrero debiera ganar. 

Si hay un negocio, ambos ganan. Si uno gana y otro pierde, se llama timo.

La riqueza se crea. Trabajando y pensando. Inventos tan tontos como el mocho o el Chupa-Chús demuestran que se CREA la riqueza. Si todos creamos riqueza, no hay por qué repartirla. 

Claro, que hay quien no es tan listo. Ni tan trabajador. Yo seré solidario con quién yo quiera. La solidaridad por obligación, no es solidaridad. Es obligación. 

El estado no puede decirme que me gusta o no. Yo no puedo decirtelo a ti. Tu a mi tampoco. Y si tu sois vosotros, yo puedo ser nosotros. Y estamos en las mismas. 

Los gobiernos intentan paralizar a los mercados. Y los mercados, como las personas hacen lo que les da la gana. Porque al fin y al cabo los mercados son personas ejerciendo su libertad. 

Los gobiernos y los estados, no tienen toda la información en tiempo real.

Los gobiernos y los estados, aunque tuvieran la información, es de tal magnitud que no podrían procesarla en tiempo real.

Los mercados van por delante de los gobiernos. Los gobiernos reaccionan, tarde, mal y nunca, como decía el Félix. 

Subir los impuestos, sólo se pueden subir a las clases medias. 

Los ricos tienen accesos a paraisos fiscales. Las clases medias vivimos en infiernos fiscales. Eso que se ha dado en llamar Estado del Bienestar. 

P.D.1: La mayoría de los gobernantes y muchos de los ciudadanos, no se dan cuenta de que la globalización tiene demasiadas variables, demasiadas incognitas, para que un gobierno, por muy poderoso que sea, pueda controlarlas. FMI, BCE y todos los gobiernos, conforme hoy se entienden, son mecanos obsoletos, anquilosados e ineficaces, que ya no pueden realizar su función. No es que manden los mercados, es que los mercados, el de la Bolsa de Nueva York y el de Abastos de tu ciudad, estan formados por ciudadanos. Tanto da que se venda futuros o pimientos. Es la ley de la oferta y la demanda. Los mercados mandan. Mandan los ciudadanos.

P.D.2: Después de tanta compraventa, me iré de paseo al Gran Bazar.

jueves, 1 de septiembre de 2011

Vamos a por los ricos

Mucho se está hablando en los últimos días de los ricos de Francia y los de EE.UU. que han pedido que les suban los impuestos. El que no hace mucho fuera catalogado como el más rico del mundo, Warren Buffett, por las listas del gremio fue el primero en solicitarlo. Confieso que siempre he sentido admiración por este tipo, cuya biografía da para un culebrón de los de "la realidad supera a la ficción - basado en hechos reales" y que además lleva desde el inicio de la crisis rescatando empresas en problemas. 

Warren Buffett

La cuestión principal es que este señor, y cualquiera que sepa manejarse entre los azarosos mundos de las grandes inversiones no da puntada sin hilo. Y si no lo creeis, que seguro que sí, vale la pena leerse un artículo de la web gurusblog que explica de maravilla, como este buen señor se ha ganado unas perrillas extra a cuenta de las empresas maltrechas y saqueadas por los desalmados que las gobernaban.

Y me temo que con esto de los impuestos haya algo de lo mismo. Es una intuición, un tufillo. Un quedar bien, porque a nadie se le ocurriría, desde ningún gobierno que piense, en limitar que un tipo como Warren o cualquiera del estilo, mueva su pasta, la invierta y genere riqueza. Sí chatos, cuando Warren invierte en Goldman Sachs o Bank of America y les saca los ojos a base de intereses, resulta que impide que esas empresas cierren, que no todo el mundo vaya a la calle, pueda seguir comprando en el Corte Inglés de Indianapolis, y las dependientas del mall sigan yendo a la pelu a que les hagan esos estrafalarios peinados de cerdita Peggy que algunas lucen por el medio oeste. 

A lo mejor interesaba que uno menos listo invirtiera, quien sabe. Hoy solo elucubro. 

La cuestión que quería plantear en realidad, y para la que me ha salido un circunloquio de tres hermosos párrafos, foto incluída con su pie y todo, es determinar quienes son esos ricos, a los que se les ha de joder la existencia a base de impuestos de forma que no compense estudiar, ser el mejor en la empresa, ser productivo y valga la pena ser cajero de super (con todos mis respetos, pero ganan menos). Y despues de darle muchas vueltas me salen muy pocos, unos 6.000 en España. Esos son los que plantearon una renta de más de 600.000 eurazos el año pasado. 

Pensareis que exagero, pero yo pienso que un rico, lo que se entiende por rico, es alguien que no tiene que trabajar para vivir. ¿Os vale esa definición? Si uno tiene que seguir trabajando no es tan rico. Significa que si no trabaja, los gastos se lo comerían. 

Todos queremos una buena vida, cuanto más mejor, y conforme suben nuestros salarios, podemos aspirar a mejores casas, mejores coles pa los nenes, mejores cenas y sábanas más suaves. Es normal. Conforme subimos en el escalafón salarial vamos incrementando nuestro nivel de gasto. Unos más, otros menos. Ahorrador, no ahorrador. Hipoteca, coche, el cole,... De repente, te das cuenta de que ganas 30, 40, 50 o 100 mil euros al año, y hasta has ahorrado. Pero resulta que como te corten el grifo, no duras ni 6 meses. Has de renunciar a tu nivel de vida. ¿Es eso ser rico? Yo creo que no, eso es ganar mucho dinero una temporada, pero de rico nada. Clase media alta, de ahí no paso.

Sin embargo, muchos de los anteriormente mencionados ya están en los tramos más altos de impuestos. Ya se les trata de hijosdeputainsolidarios desde el vulgo menos instruído. Son a esos a los que hay que pegar el palo. Que ganan demasiado. Y no se dan cuenta de que están en la cuerda floja. Pueden caer en cualquier momento. Que se jodan. A pagar impuestos a porrillo. Es un sinsentido. 

Los otros, los ricos de verdad tienen la pasta en las SICAV y cosas por el estilo, donde nadie les mete mano. Y a pagar los de en medio, los de en medio por arriba y por abajo, pero los de en medio. Los peces gordos a tributar por lo bajini. 

Este es nuestro sistema de tramos. A pagar los empresarios que se han jugado la bolsa y la vida montando una PYME y que son unos cabronazos, y los mandos del otro 5% de empresas y poco más. Los que generan riqueza son los que más han de pagar. Un contrasentido.

En este "estado del bienestar" hay que ser un suicida para crear riqueza. Un suicida y un cafre. Te llamarán jefecabrón, insolidariodemierda y cosas por el estilo, y encima te freirán a impuestos. Vete a crear riqueza a tu puta casa, malnacido.