viernes, 18 de noviembre de 2011

República. Estado. Empresas

Publicado originalmente en ellibrepensador.com

Rios de tinta y kilobytes de información están corriendo a raíz de la implicación -posible- de miembros de la Casa Real española en asuntos de turbio aroma. Parece que la cosa va para largo. Veremos en que queda el asunto. No es cosa mía saltarme aquello que unos y otros apelan o denigran, según el corrupto sea correligionario o no, aquello, digo, de la presunción de inocencia. Entre realeza y politicuchos, presuntos todos, anda el juego. Nada nuevo.

Desde el famoso “Roma no paga a traidores”, uno no sabe nunca a que atenerse cuando trata con el Estado.

Emperadores, reyes, reyezuelos y cosas peores, por la gracia de Dios, se arrogan la potestad de transmitir a hijos y sobrinos el poder omnimodo que ejercen según les interesa. Carlos III ya incluyó al pueblo en sus desvelos. Luego democracias y repúblicas florecieron. Incluso en España. Pero este país es cachondo y sufridor. Cainita y sadomasoquista. Primero nos cargamos a los reyes. Luego nos liamos a tiros, y al fin, volvemos al inicio. Así nos luce.

Todavía no nos hemos quitado el primer lastre para alcanzar cotas de libertad, digamos que mínimas. Tenemos y pagamos reyes y reinas. Y a la vista de los acontecimiento, puede parecer que no les pagamos lo suficiente. Manda huevos. Una institución obsoleta, cuyo fundamento está profundamente ligado a la falta de libertad, a la concentración del poder en manos de unos pocos… Con un Estado monárquico, mantenido a base de nuestros bolsillos,  jamás los españoles podremos ser libres. Es hora ya de vivir sin complejos.

Y si de libertad se trata, y de concentración de poder, precioso ejemplo tenemos en el doloso amancebamiento del Estado (de los Estados) con algunas grandes empresas. Soy un acérrimo defensor del capitalismo. Del libre mercado. De la desrregulación. Y este sistema, que a día de hoy colapsa, no se parece en nada al libre comercio.

Estados que rescatan empresas. Empresas que financian estados. Jefes de gobierno que llaman a consultas a los empresarios. Empresarios que cenan con ministros. Amancebamiento decía en el párrafo anterior. Doloso, para el ciudadano, califico de nuevo.

La intervención del Estado en la economía, bien sea para dictar por decreto ley las tarifas eléctricas, bien sea para inyectar dinero a través de la quantitive easing de turno, la búsqueda de prevendas por parte de las grandes corporaciones, a las que el libre mercado se la trae al pairo, es concentración de poder y como tal, problemas para el ciudadano.

Mientras el Gobierno no sea independiente de la Economía, mientras se pueda medrar, alguién medrará. En gasolineras o en Puerto Banús, tanto da. Pero ahí siguen muchos, pensando que cuando llegue Rajoy lloverá menos. Berlusconi ya se fue, y en Italia sigue diluviando. La sensación que me queda es que no es un problema de cabeza de lista – o de turco – si no de sistema. Colapso va, colapso viene.

Los otros mezclan churras con merinas. Sin darse cuenta de que todo son ovejas. Los bancos, como algunas grandes empresas, son parte de la casta, de los parásitos, y mientras haya poder al que arrimarse, se arrimarán, porque algo podrán sacarle, al 5% T.A.E. Conclusión, si no hay mucho poder en el estado al que arrimarse, no habrá mucho que sacar. Menos que sacar al estado, menos que nos sacarán a todos, queridos, que el estado este lo pagamos todos. A precio de imperio, me temo.

Y así van las cosas. Un Estado redundante, en el que no hemos dado pasos aún que nuestros vecinos, algunos, dieron hace cientos de años. En el que muchos señalan con el dedo al de enfrente: “Son las empresas”, “Son los gobiernos”, y los que estamos enfrente señalamos que no son todas las empresas, pero sí todos los gobiernos. Hemos de meditar. Sin prejuicios, sin complejos.

lunes, 14 de noviembre de 2011

Me persiguen las elecciones

Y mira que suelo tener la cabeza alejada de ellas. Aquí, en mi refugio de Beyoglu. Entre kebab y te de manzana. Entre alfombras y pashminas. No hay quien se pueda escapar.

Metallica
Y eso que mientras RbCb y Rajoy debatían, yo decidía sobre el futuro laboral de algunas personas. Ellos dignos, circumspectos, oradores. Unos cuantos y yo, luchando contra la tozuda realidad, que no hace más que enviar gente al paro. Siempre mandando. A mi amigo Roberto, también lo han despedido hoy. ¿Y qué? Otro número más. 

Los mercados no dan tregua. Estamos al borde de la quiebra. Nos dan ya el 30% de probabilidades. El bono español es basura. ¿No iba a ganar el PP y sacarnos de ésta? Parece que los señores a los que les debemos el parné no confían demasiado en el asunto. ¿Y qué? No pagamos y santaspascuas, mira como lo pintan los griegos.

Yo quería olvidarme de las elecciones. Me pongo Metallica a toda virolla en el coche. Searching, seek and destroy. Me buscan y me encuentran. Me meten sobres por debajo de la puerta. De todos menos del P-Lib que es el único que me interesa. Para eso se sacaron la LOREG de la manga, que nadie se olvide, con el apoyo de IU y UPyD. No me queda escapatoria. 

¿Y qué? Pienso. Si me he follado a una oveja o a una cabra. No debería importarle a nadie. No debería de sentirme mejor ni peor que otros. ¿A quien le importa lo que yo haga? ¿A quien le importa lo que yo diga? Decía Olvido. Son muchos aquellos que lo dicen. Son muchos también aquellos que nos persiguen. Son muchas las campañas de concienciación.

En fin, que creía escaparme de la realidad, la cruda y fría realidad. A base de trabajo. A base de nadar a contracorriente. A base de pelear por lo que quiero - que no se parece en nada a lo que ellos dicen que debo querer. Aun sin pretenderlo, ya ves, me persigue esta realidad cabezona. 

No tengo pues más remedio que volver a sepentear por las calles de Beyoglu. Ponerme la música bien alta. Servirme otro whisky en jarra-o. Y decir Sabbra Cadabra, me he vuelto a tirar a una cabra. ¿Y qué? 

P.D.1.: La tele da más pavor si cabe en estas fechas. 

P.D.2.: Interesante el tema económico...con las previsiones de cambio de gobierno los mercados no dan tregua, ¿será que no se fían tampoco del PP? ¿Para cuando un poco de escuela asutriaca?

martes, 8 de noviembre de 2011

Pensamiento alternativo

La mente es un pedazo de células estupendo. Gobierna nuestro cuerpo. Gracias a ella, sin lugar a dudas, podemos ser felices. O tristes. Está llena de mecanismos complicados. Realiza un montón de cosas, sin que apenas nos demos cuenta. Nos mantiene vivos.

Quizá sea por eso, que para ahorrar energía, repita patrones ya aprehendidos. Tiene tantas cosas que hacer. Cuando no meditas sobre algo, si tienes que hablar de ello, repites los mantras que algún día oiste. Deduces o infieres, concluyes y das por buenas cuestiones que no son en absoluto inmediatas. 

No voy a negar que como todos tengo mis días. A veces me explico mejor y otras peor. Pero no dejo de sorprenderme de las conslusiones que algunos sacan de aquello que digo. Por ejemplo, no es en absoluto inmediato que proponer la abolición del estado, suponga proponer la abolición de las reglas. Deducir esto es falso. Que no exista estado significa que las reglas o los controles deberán ser ejercidos de otra forma. Necesitamos reglas: yo las estoy utilizando para escribir, reglas ortográficas y gramaticales. Fonéticas. Libertad y Responsabilidad. Cepillarse el estado significa, al menos para el que suscribe, que las reglas no las hace un conjunto de señores. Las hacemos todos, por lo que serán mínimas y prácticas. 

Algo parecido pasa cuando se habla de privatizar. Todo privado, ley de la jungla. Falso.


Me duele en el alma, que se ponga en mi boca aquello de que no soy solidario por no querer contribuir a una causa común por querer reducir impuestos. La solidaridad tiene muchas formas. Ni siquiera voy a entrar en la cuestión coactiva. Puedo ejercer la solidaridad cuidando a un familiar, apoyando económicamente a una ONG, siendo voluntario o de mil maneras distintas. No quiero ejercer mi solidaridad a través de los impuestos porque significa poner un intermediario del que no me fio, y que no necesito. 
Hay muchos más ejemplos, muchos más mantras que hemos interiorizado. 
- Si ganas mucho dinero seguro que eres un tipo malo, así que todos a devolver la nomina a fin de mes, o el IRPF en veranito. 
- Legalizar la prostitución, las armas o las drogas. Ni soy n putero, ni llevaria pistola, ni me meto de todo. 
- Aborto legal. Jamás le pediré a nadie que aborte, es más no me parece ni medio bien. 

Y podríamos seguir hasta la saciedad. 

Mis principios, que los tengo, son mios. Y pueden distar de los tuyos. O parecerse. El caso es que eso forma parte de nuestra parcela personal. Yo no me meto en la tuya y tu o el estado no os meteis en la mia. Cabe pues distinguir bien entre lo que yo hago con mi vida, y lo que pido para los demás. Que viene a resumirse en que cada uno debería poder de vivir la vida a su manera, sin molestarse. Así que cuando alguien diga algo diferente, busca en tu cerebro un resquicio de pensamiento alternativo, así quizás llegues a diferentes conclusiones, y a lo mejor, ese alguien no se moleste. 

P.D.1: Me niego a decir nada más sobre el debate, que esta línea.

P.D.2: No me resisto a comentar aquello de que "... yo no quiero un sistema de sanidad privado, no hay más que ver lo que sale en la tele...Ahhh, ¿entonces tu crees en Godzilla?" ¿Estoy deduciendo correctamente?